Cláusula de muerte
Freddy Sánchez martes 7, Feb 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Qué necesidad de enfrentar al Presidente contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
O será que Andrés Manuel lo propicia y la incapacidad de Morena para decir no en aquello que no está bien lo permite. Será el sereno, el caso es que de nueva cuenta se avizora una confrontación en la que se verá “de qué cuero salen más correas”: La Presidencia de la República o la SCJN.
Con el cambio que hubo de Norma Piña en sustitución de Arturo Zaldívar, la opinión y pronósticos de lo que la Corte podría resolver han cambiado, porque anteriormente prevalecía el parecer de que el ministro presidente estaría más del lado de complacer, que de contrariar al jefe del Ejecutivo federal.
En ese sentido, es preciso aclarar que no todo lo que hubiera querido tener a su favor en materia de resoluciones de los administradores de la justicia en la Suprema Corte resultó como el Presidente lo deseaba e incluso presionó para que así fuera.
Y ahora con el cambio en la presidencia de la Suprema Corte de Justicia se tiene una idea opuesta en el sentido de que Andrés Manuel tendrá más oposición que tersura en todo aquello que le interesará obtener fallos que respalden sus actos de gobierno.
Sobre todo, en las controvertidas reformas legales en el tema electoral que tiene que ver con lo que algunos consideran un atentado contra la democracia al afectar gravemente la capacidad operativa del Instituto Nacional Electoral y lo que otros aprueban sin rechistar validando y aplaudiendo las acciones legislativas del Presidente.
Lo que justamente ha venido sucediendo invariablemente con las reformas legislativas propuestas por Ejecutivo sin que Morena y sus aliados se permitan la opción de cambiarles “ni un punto ni una coma”, sino que más tarde su postura consiste en salir en su airada defensa cuando surge la crítica de opositores y actores sociales al acusarlos de “títeres” legislativos del poder ejecutivo.
Porque a juicio de los inconformes con el proceder de los diputados y senadores del partido en el gobierno y sus aliados, atrás quedó el tiempo en el que Fox decía que el Ejecutivo propone y el Legislativo dispone, puesto que ahora el Presidente se impone y los legisladores bajo su mando simplemente “bailan al son que les toque”.
Por eso la aprobación “a ciegas” de toda adecuación a las leyes que en los recientes periodos legislativos provino de El Palacio Nacional.
En esas circunstancias están las normas aprobadas en materia electoral que serán objeto de análisis y resolución a favor o en contra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La mecánica, obviamente, será la misma que con el anterior Presidente con una gran diferencia porque precisamente el que está o en este caso la que quedó como presidenta decidirá a quién encomendarle el estudio y la propuesta de resolución de cada controversia para que se discuta en el pleno y se vote entre los once ministros.
Sobre el particular hay que recordar que algunos de los onces ministros son vistos como más cercanos que otros a lo que el jefe del ejecutivo espera de sus resoluciones o sea la aprobación a lo que se hace en las cámaras legislativas.
Y dado que ese aspecto, el Presidente sólo considera a dos ministros de su mayor confianza y la ministra presidenta Norma Piña no figura en esa lista es de imaginarse porque hoy es menos probable que el Ejecutivo reciba pleno respaldo de la corte a las reformas electorales que son y serán objeto de una controversia constitucional.
En particular, lo que afecte el correcto y eficaz funcionamiento del Instituto Nacional Electoral, porque sin una institución funcional se reduce la confianza en las elecciones. Algo mucho más delicado de atender que la llamada cláusula de la vida eterna de los mini partidos si consideramos que lo que más importa es la correcta salud del INE eliminando de las reformas aprobadas y en controversia cualquier cláusula de muerte.